Apliques para cuadros

Un aplique para cuadros es una luminaria diseñada para ser instalada en la pared, concretamente en la parte superior de un cuadro, fotografia u obra de arte. La iluminación superior simula la luz del sol, que es la luz más natural y a la que estamos acostumbrados los humanos.

Uno de los factores más importantes en este tipo de iluminación es la temperatura de color o tonalidad de la luz, ya que de ella dependerá que los colores y matices de la obra se vean en todo su esplendor. La tonalidad ideal para una aplique de cuadros es la luz cálida y debe oscilar entre los 2700K y los 3200K. Esta tonalidad, como indicamos anteriormente va a permitir que los colores de ese cuadro sean reproducidos de la forma más fiable posible.

Otro de los parámetros a tener en cuenta a la hora de instalar un aplique para cuadro en la distancia entre el aplique y el cuadro. De ello dependerá que el haz de luz cubra de forma integral toda la extensión del cuadro, evitando de esta manera la aparición de sombras o zonas oscuras que desmerezcan la calidad de la obra que tenemos en nuestra pared.

Los apliques de cuadros de LED tienen forma horizontal y emiten la luz a través de un sistema LED (normalmente SMD) que distribuye la luz de forma uniforme. Variando la inclinación de este aplique (todos ellos disponen de una rótula o soporte articulado), conseguiremos que el haz de luz cubra la máxima extensión del cuadro, aunque siempre estará más iluminado por la parte superior que por la inferior.

En ILUMINABLE disponemos de todo tipo y medidas de apliques para iluminar cuadros, iluminar fotografías e iluminar obras de arte