La iluminación original tiene infinitas versiones. Podemos buscar y encontrar lámparas de diseño extremado, lámparas barrocas, eclécticas...pero hay un tipo de lámparas que no pueden ubicarse en una categoría concreta: las lámparas de yeso invisibles.

Por su estructura y funcionalidad, las entendemos como originales, sin duda, pero no obedecen a ningún estilo temporal. Simples, pensadas con la cabeza y realmente discretas, estas lámparas o focos de yeso pasan a formar parte de la estancia y a quedarse para siempre.

Los focos de yeso invisibles se encastran en el techo falso o techo de pladur, se rematan con yeso y pintura y se convierten en apéndices de la habitación en la que se instalan. Sus formas y diseño obedecen más a un fin funcional que de estilo.

Los focos de yeso invisibles para techo están disponibles en muchas versiones, adaptándose a todas las necesidades lumínicas del lugar. Por ejemplo, encontraremos focos de yeso individuales, dobles o triples. Con ello podremos cubrir diferentes zonas dependiendo, por ejemplo, de la distribución del mobiliario.

Todas estas lámparas de yeso invisibles pueden funcionar con bombilla de LED, algo que recomendamos ya en estos tiempos que corren, ya que el LED es asequible a todos los bolsillos y su tecnología es sin duda una apuesta de futuro. No obstante, siempre puedes usar las bombillas clásicas halógenas si consideras que son más oportunas.

La reposición de las bombillas es sencilla. Obviamente no tenemos que desmontar el foco de yeso. Simplemente accederemos por el centro, sacando la bombilla que se hubiera fundido y reponiéndola por la nueva.

Si tienes pensado hacer obra en tu casa u oficina, debes anticiparte a la misma para planificar la instalación de los focos de yeso invisibles. Siempre pueden colocarse después, pero es verdad que siempre requerirán un retoque final de yeso y pintura. Un yesero, un pintor o un lampista pueden llevar a cabo la instalación de estos focos, aunque también puedes hacerlo tu, ya que no alberga complejidad alguna.