Iluminación no eléctrica a través de las plantas y los árboles

No dejará de sorprendernos la comunidad científica...un grupo de investigadores de Taiwán (como no), ha sorprendido al mundo de la iluminación  con un proyecto contrastado en el que usaban nanopartículas de oro para impregnar las hojas de diferentes árboles.

Con esta acción los árboles generan una especie de resplandor de tonalidad rojiza que, en cantidad suficiente, podría llegar a alumbrar la calle, o al menos, señalizarla.

Técnicamente, cuando se implantan nanopartículas de oro en las hojas de los árboles (las pruebas se realizaron sobre la Bacopa Caroliniana), la clorofila de estas hojas se estimula provocando la emisión rojiza a la que hacíamos referencia.

Los fundamentos de este proyecto se encuentran en la búsqueda de un tipo de iluminación que no emitiera CO2 al entorno y que no utilice sustancia químicas que pudieran resultar tóxicas para el ambiente (como el mercurio que incorporan las lámparas de bajo consumo)

Si este tipo de iluminación se desarrollara en un futuro no muy lejano, obtendríamos diferentes ventajas:

-Una de ellas, como hemos comentado, es la no emisión de dióxido de carbono al ambiente. 

-Otra no menos importante es la disminución de los costes de electricidad derivados de la iluminación pública. 

-Por último, seria interesante contemplar que disminuiría en picado la contaminación lumínica que tantos efectos adverso produce

Hemos de tener en cuenta que la iluminación tipo LED, de la que tanta publicidad se hace y que tanto beneficios reporta, utiliza polvo de fósforo en la fabricación de sus diodos. Esta sustancia es altamente tóxica y además muy cara.

Al final y en palabras de uno de los científicos precursores, “hemos probado que la implantación de nanopartículas de oro, puede usarse para iluminar ciudades enteras ahorrando energía, absorbiendo más CO2 y provocando que la bioluminiscencia aumente la capacidad de fotosíntesis de los árboles y las plantas”