Estudiar con poca o con mucha luz: una de las claves del éxito

Ahora que se acercan días de exámenes para nuestros hijos, las horas de estudio se intensifican y su concentración debe de ser máxima. La zona de trabajo debe estar correctamente iluminada, siendo este factor uno de los más relevantes.

Lo que nos preguntamos hoy en este artículo es sobre el nivel o intensidad de luz idóneo para poder estudiar de forma efectiva. ¿Es mejor hacerlo con mucha o con poca luz? ¿Qué luz optimiza el estudio?

Diferenciemos primero los conceptos "trabajar" y "estudiar". El primero hace referencia a diferentes tareas que requieren un ambiente de luz general y espaciosa, en el que quien trabaja pueda tener a mano todos los utensilios, libros, etc. y la inspección visual de la zona sea amplia. "Estudiar" requiere una zona de acción mucho más reducida al documento que estudiamos (los antiguos "codos" en la mesa), por ello la iluminación no será la misma que en el caso anterior.

Así pues y centrándonos en el término "estudiar", encontramos la necesidad de que la intensidad de luz sea suficiente pero no excesiva. Si la luz de la zona de estudio es deficiente, el cansancio visual aparecerá pronto, y con él, probablemente, el abandono frecuente de la zona de estudio (nevera, TV, hermanos, ventanas y novios o novias). Si la zona de estudio tiene una luz excesiva, va a suceder exactamente lo mismo, pero además y al ser más extensa la zona iluminada, tenderemos a distraernos y a acabar mirando las musarañas.

La luz de estudio debe ser concentrada a un espacio aproximado de 1 metro cuadrado. Por supuesto, podemos tener otros puntos de luz en la estancia, pero siempre deben de ser tenues y no superar la intensidad de la zona de estudio.

Si el lector se pregunta por los lux o los lúmenes, podemos remitirlo a otros artículos técnicos de nuestro blog, pero francamente, el sentido común y el criterio de quien estudia va a ser más que suficiente.

El éxito del estudio recae en diferentes factores, como no tener presente el teléfono móvil, tener la mesa de estudio despejada, las ventanas cerradas si existe excesivo ruido ambiental... pero la iluminación es vital para dicho éxito. Los míticos "codos en la mesa" hacen alusión a la necesidad de concentrarse.

Recomendamos además el uso de LED o de bajo consumo, dado que estas lámparas no emiten calor y pueden estar muy cerca de la cabeza de quien estudia sin peligro alguno.

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