Cómo escoger correctamente un plafón de techo LED

Los plafones son lámparas que se instalan en el techo. Por definición histórica, un plafón es una luminarias que se fija en el techo cuando éste es macizo o no permite empotrar otro tipo de lámpara. Así pues, hemos de distinguir entre las lámparas de techo de superficie y las que se encastran.

En este artículo nos centramos en los plafones como tal, lámparas que hoy en dia están diseñadas con máximo esmero para ser discretas y pasar completamente desapercibidas. Hasta hace unos años, lo plafones eran voluminosos y pasaban a ser, en ocasiones, demasiado protagonistas de la decoración.

La entrada en escena de la tecnología LED ha permitido diseñas plafones de techo de una altura casi insignificante, lo que evita, en muchos casos, tener que encastrar luminarias con todas las ventajas que ello conlleva.

Así contamos con plafones de techo que en algunos casos tienen 3-7 centímetros de espesor. ¿Qué necesidad existe de empezar a agujerear el techo y gastar dinero de forma estéril?. Los plafones de este tipo quedan completamente integrados en el ambiente.

Es importante, a la hora de escoger nuestro plafón de techo de LED, seleccionar la temperatura de luz o tonalidad correcta. No vale cualquier cosa, por lo que recomendamos huir de gangas y ofertas sospechosas. La tonalidad de la luz es determinante. De nada servirá escoger un plafón de techo discreto si después la luz es horrible o no nos agrada.

Los plafones de LED ofrecen principalmente 3 tipos de tonalidad de luz: luz cálida (2500k - 2700K), luz neutra (3000K-3200K) y luz fría o blanca (4000K-6000K). En el primer caso obtendremos una luz anaranjada y muy agradable; en el segundo una luz más blanca; en el tercero luz blanca que tiende a azulada (la clásica de un parking u hospital)